EMILY DICKINSON
Vuelvo esta semana para hablar
de una gran escritora y mujer del siglo diecinueve y de su idea acerca del
fundamento de la vida.
Dickinson
procedía de una familia de prestigio y con fuertes lazos con su comunidad,
aunque vivió gran parte de su vida recluida en su casa. Tras estudiar durante
siete años en la Amherst Academy, asistió brevemente al seminario femenino
Mount Holyoke antes de regresar a la casa familiar en Amherst. Considerada
una excéntrica por sus vecinos, tenía predilección por vestir siempre ropa
blanca, era conocida por negarse a saludar a los invitados y, en los últimos
años de su vida, por ni siquiera querer salir de su habitación. Dickinson nunca
se casó y la mayoría de amistades que tenía dependían completamente de la
correspondencia.
Aunque
Dickinson era en la intimidad de su hogar una prolífica poeta, durante su vida
no se llegó a publicar ni una docena de sus casi 1800 poemas. a El
trabajo publicado durante su vida fue alterado significativamente por los
editores para adaptarlo a las reglas y convenciones poéticas de la época. Sin
embargo, los poemas de Dickinson son únicos en comparación con los de sus
contemporáneos: contienen líneas cortas, por lo general carecen de título,
contienen rimas consonantes imperfectas y una puntuación poco
convencional. Muchos de sus poemas se centran en temas relacionados con la
muerte y la inmortalidad, dos temas también recurrentes en las cartas que
enviaba a sus amigos.
Los
conocidos de Dickinson probablemente sabían de sus escritos, pero no fue hasta
después de su muerte, en 1886, cuando Lavinia, la hermana pequeña de Dickinson,
descubrió los poemas que Emily guardaba y pudo hacerse evidente la amplitud de
su obra. Su primera colección de poesías se publicó en 1890 por conocidos
personajes como Thomas Wentworth Higginson y Mabel Loomis Todd, aunque alteraron
significativamente los originales. El erudito Thomas H. Johnson publicó en 1955
una colección completa y en su mayoría sin cambios, la primera de su poesía. A
pesar de que tuvo una crítica y recepción desfavorable y escéptica entre
finales del siglo xix y
principios del xx, Emily
Dickinson está considerada de forma casi universal como una de las más
importantes poetas estadounidenses de todos los tiempos.
MI OPINIÓN
Emily
Dickison nos propone como pilar de nuestra existencia, tratar de hacer el bien
por encima de todo.
¿Es el
bien el valor más importante en nuestras vidas? Deberíamos pregutarnoslo y de
no ser así el por qué. Es complicado saber con certeza cuando se está siendo
bondadoso y no egoísta o altruista y no egocéntrico. Pero todos deberíamos
tratar de hacer lo correcto (según las ideas y los principios de cada uno, lo
cual me parece, es subjetivo) Porque todos nos equivocamos más de una vez en
nuestra vida, pero ¿Podemos arrepentirnos si lo hacemos cuando su fin es el
bien?
La eternidad está hecha de ahoras
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