sábado, 11 de marzo de 2017

Una palabra esta muerta cuando es dicha

EMILY DICKINSON


Vuelvo esta semana para hablar de una gran escritora y mujer del siglo diecinueve y de su idea acerca del fundamento de la vida.

Dickinson procedía de una familia de prestigio y con fuertes lazos con su comunidad, aunque vivió gran parte de su vida recluida en su casa. Tras estudiar durante siete años en la Amherst Academy, asistió brevemente al seminario femenino Mount Holyoke antes de regresar a la casa familiar en Amherst. Considerada una excéntrica por sus vecinos, tenía predilección por vestir siempre ropa blanca, era conocida por negarse a saludar a los invitados y, en los últimos años de su vida, por ni siquiera querer salir de su habitación. Dickinson nunca se casó y la mayoría de amistades que tenía dependían completamente de la correspondencia.
Aunque Dickinson era en la intimidad de su hogar una prolífica poeta, durante su vida no se llegó a publicar ni una docena de sus casi 1800 poemas. a El trabajo publicado durante su vida fue alterado significativamente por los editores para adaptarlo a las reglas y convenciones poéticas de la época. Sin embargo, los poemas de Dickinson son únicos en comparación con los de sus contemporáneos: contienen líneas cortas, por lo general carecen de título, contienen rimas consonantes imperfectas  y una puntuación poco convencional. Muchos de sus poemas se centran en temas relacionados con la muerte y la inmortalidad, dos temas también recurrentes en las cartas que enviaba a sus amigos.
Los conocidos de Dickinson probablemente sabían de sus escritos, pero no fue hasta después de su muerte, en 1886, cuando Lavinia, la hermana pequeña de Dickinson, descubrió los poemas que Emily guardaba y pudo hacerse evidente la amplitud de su obra. Su primera colección de poesías se publicó en 1890 por conocidos personajes como Thomas Wentworth Higginson y Mabel Loomis Todd, aunque alteraron significativamente los originales. El erudito Thomas H. Johnson publicó en 1955 una colección completa y en su mayoría sin cambios, la primera de su poesía. A pesar de que tuvo una crítica y recepción desfavorable y escéptica entre finales del siglo xix y principios del xx, Emily Dickinson está considerada de forma casi universal como una de las más importantes poetas estadounidenses de todos los tiempos.








 MI OPINIÓN


Emily Dickison nos propone como pilar de nuestra existencia, tratar de hacer el bien por encima de todo.

¿Es el bien el valor más importante en nuestras vidas? Deberíamos pregutarnoslo y de no ser así el por qué. Es complicado saber con certeza cuando se está siendo bondadoso y no egoísta o altruista y no egocéntrico. Pero todos deberíamos tratar de hacer lo correcto (según las ideas y los principios de cada uno, lo cual me parece, es subjetivo) Porque todos nos equivocamos más de una vez en nuestra vida, pero ¿Podemos arrepentirnos si lo hacemos cuando su fin es el bien?



La eternidad está hecha de ahoras





No hay comentarios:

Publicar un comentario