WILLIAM BLAKE
Tigre, ¿quién hizo al cordero, fue quién te hizo?
Hola de
nuevo. Esta semana, hemos visto muchos
escritores y obras interesantes, y vengo a plasmar todo lo que he aprendido
en clase, en este post, acompañado de algo de mi propia cosecha.
Hoy voy
a hablar del gran escritor de poesía William Blake, para algunos el mayor
artista que ha dado Inglaterra. Su poesía, aunque compleja y entramada, es
hermosa y deja un sabor de boca dulce y amargo por la dureza y fondo de sus
palabras, y, al mismo tiempo, la sensibilidad y belleza que esconden.
EL
TIGRE
¡Tigre!
¡Tigre!, fuego que ardes
En los
bosques de la noche,
¿Qué
mano inmortal, qué ojo
Pudo
idear tu terrible simetría?
¿En qué
distantes abismos, en qué cielos,
Ardió
el fuego de tus ojos?
¿Con
qué alas osó elevarse?
¿Y que
mano osó tomar ese fuego?
¿Y que
hombro y qué arte,
podrían
retorcer la nervadura de tu corazón
Y
cuando tu corazón comenzó a latir
¿Qué
formidable mano, qué formidables pies?
¿Qué
martillo, qué cadena?
¿En qué
horno se forjó tu cerebro?
¿En qué
yunque? ¿Qué osadas garras
ciñeron
su terror mortal?
Cuando
las estrellas arrojaron sus lanzas,
Y
bañaron los cielos con sús lágrimas,
¿Sonrió
al contemplar su obra?
¿Quien
hizo al cordero fue quien te hizo?
¡Tigre!
¡Tigre! luz llameante
En los
bosques de la noche,
¿Qué
ojo o mano inmortal
Osó
idear tu terrible simetría?
En su
obra, “The Tyger” trabajada en clase, podemos sentir la tristeza y desesperación
de Blake por entender las razones que guían a Dios en sus acciones. Cómo este,
puede ser el creador de algo indefenso y débil, como un cordero, y, a su vez, un
ser perfecto y letal, que no dudará siquiera en atacar y matar para sobrevivir,
como es el tigre.
Blake
se plantea si existe la crueldad en este animal, intenta descubrir por qué Dios actúa como
actúa, y así, entender por qué iba a crear un mundo en el que el fuerte devora al
débil. ¿Por qué tendría que haber siquiera una jerarquía? Si este es
todopoderoso.
A todos,
nos hace plantearnos si realmente existe algo que justifique las cosas
horribles que nos hacen otras personas en la vida, o si, simplemente, es nuestra naturaleza vivir en una constante
lucha y un intercambio de roles entre presa y depredador.
No hay comentarios:
Publicar un comentario